El presidente francés y la canciller alemana, hoy en París |
Merkel y Sarkozy
apuestan por la creación de un nuevo convenio para incluir nuevas sanciones
contra países que superen el déficit, por lo que se prevén nuevas medidas mucho
más duras contra los miembros de la zona euro que no cumplan los objetivos
marcados para salir de la crisis, objetivo fundamental para dotar a Europa de
una confianza necesaria que otorgue el impulso que necesita para estabilizar
los mercados.
Todas estas propuestas
serán llevadas a cabo en la cumbre europea que se celebrará los próximos días
ocho y nueve de diciembre donde se analizarán las propuestas que apostarán por
la unión de los países de la zona euro de tal modo que unan sus alianzas para
luchar contra el fraude fiscal y reforzar la economía. También se abordará el
papel del Banco Central Europeo, aunque los dos líderes han dejado claro que no
se cuestionará su papel ni se le dará instrucciones por parte de cada país, puesto
que se trata de un órgano que quieren seguir dotando de independencia.
En la reunión mantenida
hoy por los dos dirigentes se ha manifestado la intención de crear una “regla
de oro” que deberán aceptar los países de la zona euro para garantizar un
equilibrio presupuestario acorde con las normativas vigentes en cada uno de los
países. Será el Tribunal de Justicia de Luxemburgo el encargado de revisar si
este tipo de acuerdos son los suficientemente estrictos y están cumpliéndose
acorde con las directrices tomadas.
La entrada en
funcionamiento del fondo de rescate para países endeudados también sufre
alteraciones. No sucederá en 2013 sino mucho antes, el próximo año, a comienzos
de la primavera. De esta manera los países obtendrán nuevas garantías en base una nueva medida que ven con urgencia tras
los últimos movimientos en parqués europeos, nada alentadores. Acuerdan añadir
que para tomar las decisiones de rescate no será necesaria la unanimidad de los
miembros. Sólo bastará con la aprobación del 85% de los votos emitidos.
Modificaciones en los
Tratados
Las nuevas enmiendas
quedarán recogidas en los 27 tratados pertenecientes a los estados miembro
aunque han dejado claro que si algún país no está convencido de ello o no
quiere aceptarlo, serán los 17 países de la zona euro los que avancen hacia el
futuro llevando consigo las nuevas reformas, aunque eso no impedirá que los
restantes puedan incluirse cuando tomen dicha decisión sus respectivos
gobiernos. La canciller alemana ha asegurado: “Queremos modificar los Tratados
con los 27. Pero si hay alguien que no quiere o no puede hacerlo, en ese caso
preferimos actuar a 17 (de la eurozona) porque el euro es esencial".